lunes, 29 de febrero de 2016

Reservoir Dogs (1992)

Ninguna nominación al Oscar.

Luego del incendio que hubo, solo se pudo salvar 35 minutos de los 69 que originalmente tenía My Best Friend's Birthday, primera película de Quentin Tarantino. Debido a su corta duración fue considerada cortometraje.

Reservoir Dogs es considerada oficialmente como opera prima del director y es con esa película, este alcanza la fama y el culto que hasta ahora se le sigue atribuyendo. La película es completa, es perfecta donde se le vea, tiene de todo: un guión jodidamente loco cargado de diálogos lleno de humor negro del bueno, las actuaciones más notables y recordadas sobre ladrones, un soundtrack delicioso, un elenco de lujo donde todos brillan y una combinación poderosa de thriller y acción.

Es cierto que la película fue un cague de risa de inicio a fin, pero si me dijeran qué escena fue la mejor, me volvería loco y dijera: “¿Solo una?, la puta madre, dame dos”. Y bueno, son las siguientes:

El inicio, aquella conversación casual entre ladrones, ladrones con mucho sentido del humor por cierto, hablando sobre música, especialmente de “Like a virgin” de Madonna, cada comentario, cada opinión del origen de esta canción, cada explicación, cada mierda que salían de sus bocas era lo más insólito que se haya podido escuchar. Jodidamente brillante.

Y la segunda sería sin duda la escena en el almacén entre Mr. Blonde (Michael Madsen) y el policía, esa mierda sí que fue brutal, nunca había visto tanta demencia en un ladrón, a este le importaba un carajo la verdad, lo único que quería era disfrutar del dolor, el dolor ajeno por cierto, disfrutar torturando a un “inocente” policía. Jodidamente demencial.

No hay comentarios:

Publicar un comentario