martes, 23 de febrero de 2016

Hairspray (1988)

Ninguna nominación al Oscar.

John Waters fiel a su cine bizarro, nos sorprende con una película donde el baile predomina de inicio a fin. Luego del éxito de Grease con Olivia Newton-John y John Travolta con sus peinados hechos con gel, exactamente diez años después se filma una película retro de la honda de los 60, teniendo como protagonistas a Ricki Lake y Divine, con sus voluminosos peinados hechos a base de laca y su gran masa muscular.

Lejos de algunas escenas cómicas, esta película critica dos cosas fundamentalmente: la estúpida moda de los programas de los años 60 y la discriminación racial. 

Actualmente nos quejamos de los reality shows basuras de competencias de educación física donde solo abunda gente sin cerebro y los programas tipo Jersey Shore donde solo se juntan para hacer escándalo y dar mal ejemplo a la gente, enseñando a ser superficiales. Gracias al poder del cine nos trasladamos a los 60 donde los tv shows populares eran sobre escolares blancos los cuales se destacaban a través de raras e incomprensibles coreografías. Divine era una chica gorda que aprovecha su oportunidad y logra ser una estrella de televisión, a pesar de no ser la típica rubia esbelta. 

Por otro lado, vemos el terrible y odioso racismo que se vivía en esas épocas, los blancos y los negros no podían juntarse, estaba prohibido que negros salgan en tv y la extrema paranoia que sufrían algunos blancos. Es reconfortante saber que ya son muchos años que en ese país que ya gobierna un negro y aunque la discriminación racial aun existe, ya no es tan escandalosa como antes.

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