miércoles, 10 de febrero de 2016

The Big Lebowski (1998)

Ninguna nominación al Oscar.

No sé qué tipo de drogas se habrá metido Joel Coen para crear este bodrio, esta cagada sin sentido, sin guión, sin final, sin nada. Eso sí, es necesario mencionar que la película es un cague de risa de inicio a fin.

El espectador se hace cómplice de la extraña vida de The Dude (Jeff Bridges), sí, así se hace llamar ese hijo de puta, un inmundo vago que odia su nombre. Este parasito de la sociedad es adicto a los bolos y junto a dos amigos: Walter (John Goodman) y Donny (Steve Buscemi) se las pasa jugando y compitiendo. En un día inesperado es confundido por otro Lebowski, un tipo adinerado, desde ese momento se meterá en una serie de problemas, uno tras otro, conocerá que la locura no tiene límites y que hay personajes más cagados del cerebro que él. 

Julianne Moore en el papel más bizarro y sobreactuado de su puta vida interpreta a Maude, la hija del Lebowski adinerado, una artista loca, disque pintora que está obsesionada con el sexo. Por otro lado, lo que si no me sorprendió fue ver a Tara Reid, la chica de la saga American Pie y también de la trilogía Sharknado, ya con eso no necesito mayor presentación.

Advertidos están mis cultos lectores, más no puedo decir, si ya con todo lo dicho deciden verla, es bajo su responsabilidad. Eso sí, la diversión está asegurada. Bienvenidos a un viaje jamás visto.

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