viernes, 11 de diciembre de 2015

Yo, Christiane F. (1981)

Ninguna nominación al Oscar.

Herman Weigel basándose en la novela homónima escrita por los periodistas Kai Hermann y Horst Rieck, logra escribir el guión de Christiane F. - Wir Kinder vom Bahnhof Zoo. Considerada para muchos la película más realista sobre drogas y es que la crudeza que utiliza Uli Edel es brutal.

El director nos sumerge en un mundo oscuro y sin esperanza, el cual se derrumba una vez que consumes heroína. Inolvidable la escena en que la protagonista le pide a sus amigos que le den heroína y estos a pesar que son adictos no quieren que ella consuma y ella les dice que solo lo hará una vez, solo para probar, ellos se miran y dicen: "Eso dicen todos".

Ninguna película ha tocado el tema de la adicción tan cruda como esta. La simpleza de sus tomas han marcado la historia del cine y nos ha demostrado que no todo son efectos sonoros y visuales. La escena en que Detlev (Thomas Haustein) aparece en el cuarto de Christiane (Natja Brunckhorst) y se encierran para "limpiarse" es traumatica. Ni Trainspotting ha podido superar esta escena. Aquellos vomitos y constantes sudoraciones son imposibles de olvidar.

Por otro lado, esta película nos demuestra que una vez que entras al mundo de las drogas y te enganchas, mayormente es imposible salir de él, así creas que te has limpiado por no consumir un par de días, al poco tiempo consumirás una droga menor hasta volver al premio mayor: heroína.

A pesar de todo lo ya dicho, la película logró ser un éxito en la taquilla alemana. Todos los alemanes de esa época querían ver y sentir la historia de Christiane, una chica de catorce años, proveniente de una familia disfuncional, que por seguir a un chico que conoce en sus salidas secretas a una discoteca de menores de edad se hunde en un pantano lleno de mierda, donde la adicción a las drogas lo era todo. Una gran crítica a la sociedad europea.

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