Ninguna nominacion al Oscar.
Jake Schreier después de su modesto debut con Robot and Frank, dirige Paper Towns, una película aparentemente con el mismo argumento repetido hasta el cansancio y los personajes más estereotipados del mundo, pero que a la larga te demuestra que es diferente y hasta sirve para reflexionar.
Niño conoce nueva vecina que se muda a su vecindario, se enamora, crecen y dejan de ser amigos, él es un don nadie en su colegio, mientras ella es la más popular, hey, eso no es nada nuevo, ¿qué tiene de interesante la película aparte del extraño y conquistador rostro de Cara Delevingne (Margo)? En realidad, el trasfondo de la película.
Muchas veces nos encerramos en nuestros prejuicios y pensamos que lo que es diferente a nosotros y nuestros ideales es estúpido o incorrecto. Muchas veces nos sentimos cómodos en nuestras vidas y tenemos miedo al cambio, evitamos todo lo diferente. Muchas veces le damos un significado a una persona, vemos otra persona, construimos nuestros ideales en esa persona que a la final resulta ser diferente a lo que creíamos y a lo que se decía de esta. Bueno, toda la mierda ya dicha le pasó a Quentin (Nat Wolff).
La persona más romántica (en el verdadero sentido de la palabra) dirá que fue un idiota porque rechazó la oferta de Margo, de no quedarse a su lado y cambiar su miserable vida. No lo culpo de enamorarse de Cara, o sea, es Cara pues, no jodan, pero dejar a tus amigos por una flaca que no sabes si te dará bola o no, por alguien que no sabe lo que quiere y que le importa una mierda los demás, son huevadas. Al final, se dio cuenta que ella era totalmente diferente a lo que creía, de lo que quería, de lo que soñaba.
El reparto de la película fue bueno. Los protagonistas estuvieron soberbios: Cara con su inconfundible rostro y Nat con el performace que realizó. Austin Abrams (Ben), Justice Smith (Radar), Halston Sage (Lacey) y Jaz Sinclair (Angela) fueron los perfectos acompañantes de ese road movie tan inexplicable y divertido
Jake Schreier después de su modesto debut con Robot and Frank, dirige Paper Towns, una película aparentemente con el mismo argumento repetido hasta el cansancio y los personajes más estereotipados del mundo, pero que a la larga te demuestra que es diferente y hasta sirve para reflexionar.
Niño conoce nueva vecina que se muda a su vecindario, se enamora, crecen y dejan de ser amigos, él es un don nadie en su colegio, mientras ella es la más popular, hey, eso no es nada nuevo, ¿qué tiene de interesante la película aparte del extraño y conquistador rostro de Cara Delevingne (Margo)? En realidad, el trasfondo de la película.
Muchas veces nos encerramos en nuestros prejuicios y pensamos que lo que es diferente a nosotros y nuestros ideales es estúpido o incorrecto. Muchas veces nos sentimos cómodos en nuestras vidas y tenemos miedo al cambio, evitamos todo lo diferente. Muchas veces le damos un significado a una persona, vemos otra persona, construimos nuestros ideales en esa persona que a la final resulta ser diferente a lo que creíamos y a lo que se decía de esta. Bueno, toda la mierda ya dicha le pasó a Quentin (Nat Wolff).
La persona más romántica (en el verdadero sentido de la palabra) dirá que fue un idiota porque rechazó la oferta de Margo, de no quedarse a su lado y cambiar su miserable vida. No lo culpo de enamorarse de Cara, o sea, es Cara pues, no jodan, pero dejar a tus amigos por una flaca que no sabes si te dará bola o no, por alguien que no sabe lo que quiere y que le importa una mierda los demás, son huevadas. Al final, se dio cuenta que ella era totalmente diferente a lo que creía, de lo que quería, de lo que soñaba.
El reparto de la película fue bueno. Los protagonistas estuvieron soberbios: Cara con su inconfundible rostro y Nat con el performace que realizó. Austin Abrams (Ben), Justice Smith (Radar), Halston Sage (Lacey) y Jaz Sinclair (Angela) fueron los perfectos acompañantes de ese road movie tan inexplicable y divertido
No hay comentarios:
Publicar un comentario