jueves, 24 de diciembre de 2015

The Night Porter (1974)


Ninguna nominación al Oscar.

Liliana Cavani es la única culpable de tremenda obra maestra, ya que fue la directora y guionista de la película. Nos presenta una historia de romance muy atípica y en algunas escenas se podría decir bizarra. Su gran mérito es trasladarnos a la Europa de los años 50 y hacernos cómplices de una relación extraña y enfermiza, donde lo incorrecto no importa, solo los sentimientos de los protagonistas. Es cierto que la situación política del nazismo, los abusos cometidos y la segunda guerra mundial en sí, pasan a un segundo plano.

Los personajes son dignos de una historia tan quemada: Lucia, (interpretada magistralmente por Charlotte Rampling, fue imposible no enamorarse de sus ojos cristalinos y su rostro tan fino) una judía que se enamora de la persona que lo torturaba, un oficial nazi llamado Max (Dirk Bogarde nunca desentona y con sus cachetadones y sus metidas de dedo logra envolver al público en unas de las escenas más eróticas del cine). Sería injusto no mencionar a los compañeros de Max, los oficiales nazis jamás pensados: el radical Klaus (Philippe Leroy) y el artista Bert (Amedeo Amodio quizá en el mejor papel de su puta vida se queda inmortalizado con aquella escena en que baila para Max y a su vez baila para los demás oficiales nazis, sin importar la miseria de los judíos). Por último, mencionar al enigmático personaje Condesa Stein (Isa Miranda).

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