jueves, 13 de octubre de 2016

Santa sangre (1989)

Ninguna nominación al Oscar.

Obra menor del excéntrico genio Alejandro Jorodowsky, infinitamente inferior a The Holy Montain y el Topo. El espectador ya no se topa con un guion extremadamente confuso y con ninguna o muchas interpretaciones, si no se topa con algo más terrenal, de algún modo, con una versión surrealista de Psycho con toques de Freaks. 

Esta vez el protagonista (Axel Jodorowsky) ya no va en búsqueda de la iluminación, ahora su único deseo es vencer sus miedos y traumas que lo atan. Las escenas surrealistas lejos de ser simbolismos son puras alucinaciones del protagonista mentalmente insano. 

La película es interesante y eso es innegable, pero en ciertos tramos se hace pesada. Particularmente la mejor escena es cuando van a derrumbar una iglesia y viene un sacerdote, este ingresa y al ver el tremendo sacrilegio y locura de estos fanáticos religiosos pega el grito al cielo, terrorífico, saber que adoran a un muñeco de trapo, creen historias estúpidas donde se le reza a una niña que ha sido violada y asesinada, esta se hace santa y deciden construir una iglesia alrededor de la sangre, encima esa agua que creían que era sangre era pintura roja, realmente demencial.

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