miércoles, 5 de octubre de 2016

The Ring (2002)

Ninguna nominación al Oscar.

Una cinta de VHS si nombre, una proyección de imágenes sin sentido, una llamada anónima con un mensaje indescifrable y de cuatro palabras y sobre todo y lo más importante, una niña de cabello negro largo, vestida de una bata color blanco, son las cosas que uno nunca podrá olvidar y que son un innegable ícono del séptimo arte de principios de nuevo milenio. 

Es uno de los remakes más influyentes en la historia del cine de Hollywood. Sin duda alguna marcó una tendencia en el espectador occidental y posicionó muy bien al cine de terror japonés. Muchas películas asiáticas fueron conocidas y adoradas luego de su exitoso estreno.

El gran mérito de Gore Verbinski es que recreó perfectamente la historia de Ringu (película original en que se basan) y le dio ese toque norteamericano, preciso, para que no sea tomada como una parodia. Naomi Watts estuvo perfecta en su rol de protagonista. Su mejor y más recordada actuación luego de Mulholland Drive. Si allí brilló por su sensualidad y por aquella escena lésbica con Laura Harring; en esta película no es necesario algún desnudo, solo ese bello rostro confundido y su boca entreabierta mostrando esos dientes de conejo, perfectos.

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