Potente drama, imposible de causar indiferencia. A pesar que el guion es simple y es muy usado en las películas de auto superación, logra envolverte en esa vida tan miserable gracias a la mejor actuación de Will Smith, estuvo asombroso. Somos participes de las peores cosas que le puede pasar a alguien y ver que se puede salir adelante a pesar de las adversidades.
Pensaba que era una película sobrevalorada para el cinéfilo de a pie, el devorador y amante de los blockbusters, el que no nunca ha visto una película de Lynch, Jorodowsky o Bergman, pero me equivoqué. Desde los primeros minutos cumple su objetivo y es convincente hasta el final.
A veces uno piensa que ha tocado fondo sin pensar en el dolor y sufrimiento ajeno, pero luego de ver esta película solo queda agradecer por lo poco o mucho que uno tiene y si estás en un mal tiempo de tu vida, saber que esto no es eterno. El cambio está en creer en uno mismo, alejarse de las personas que no suman nada en tu vida, en ser perseverante y aprovechar la oportunidad, quizá la única que se presente en tu vida.
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