martes, 25 de octubre de 2016

Exotica (1994)

Ninguna nominación al Oscar.

Sólido y potente drama, tan difícil de describir como lo desconcertante y extravagante que resulta su ambiente y cuando digo su ambiente, no solo me enfrasco en el antro llamado Exótica, sino en otros lugares que fueron escenarios de la película como por ejemplo la veterinaria o la casa del papá de la chica que fingía de niñera. 

Es una película de historias cruzadas donde nos presentan a personajes muy ricos y con personalidades y problemas muy bien marcados. Como eje de la historia nos presentan a Francis (Bruce Greenwood) que es un tipo solitario que acude a Exótica para ver bailar a una extraña y sensual chica de cabello negro llamada Christina (Mia Kirshner). Trabaja haciendo auditoria y en el momento de la película le presta servicios a una veterinaria que es administrada por un tipo también solitario, llamado Thomas (Don McKellar). En sus tiempos libres suele regresar a su casa a Tracey (Sarah Polley), la niñera de su hija. Al saber de las intenciones de Eric (Elias Koteas), animador de Exótica y ex novio de Christina, decide matarlo.

Sin querer el espectador se da cuenta y descubre los problemas de estos personajes: los celos enfermizos, la homosexualidad, la resignación del propio destino, el trabajo sin un propósito y sobre todo, la pena y el dolor por una perdida como núcleo creador de otros problemas como la obsesión y los escapes auto creados para evadir la realidad.

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