lunes, 17 de octubre de 2016

Black Mirror: White Christmas (TV) (2014)

Obra maestra sin igual, sin comparación, infinitamente superior a los demás episodios de Black Mirror, tanto en su complejidad, como en los giros de guion y la perfecta mezcla de la intriga con el terror. Charlie Brooker se ha superado a sí mismo de una manera grandiosa. 

Este capítulo de 74 minutos que toma como pretexto a la navidad es una película de tres historias cruzadas perfectamente hilvanadas. Cada una de ellas es una gran crítica, más que sátira puedo llamarle terror, a lo perjudicial de los avances tecnológicos y sus consecuencias que vaya que son nefastas. 

Nos sitúan en un mundo paralelo donde los métodos de justicia se volverían terriblemente inhumanos al martirizarte de por vida, dañando tu salud mental, siendo incluso peor que una sentencia a muerte. Por otro lado, las relaciones interpersonales pueden ser limitadas gracias a un click, privándote socializar con aquella persona que has bloqueado, impidiendo verlos y escucharlos y viceversa. El director toca en el fondo de nuestro interior y es imposible no sensibilizarse y ponerse en el lugar de los personajes. Y por último, la esclavitud de uno mismo.

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