domingo, 11 de octubre de 2015

Un perro andaluz (1929)


Ninguna nominación al Oscar.

Película de culto. Pionero en el género del surrealismo. Luis Buñuel nos bombardea con un conjunto de imágenes y escenas aparentemente sin sentido que serán una gran patada al cerebro del espectador. 

La fotografía es en blanco y negro, indudablemente por la época en que se filmó. El guión fue escrito por Salvador Dalí y Luis Buñuel en muy corto tiempo. El dato curioso es que ambos tuvieron un sueño extraño el cual fue de gran aporte para el film: Luis Buñuel soñó con un hombre cortandole el ojo a otra persona y Salvador Dalí soñó que a una persona le salían hormigas del hueco de su mano. Por otro lado, la película fue muda en su estreno, posteriormente (1960) incorporaron la música clásica de Richard Wagner y una canción de Tango. 

Bueno, cultos lectores, vamos al grano y vamos a tratar de explicar aquellas escenas tan pastrulas: La escena cuando le cortan el ojo a un tipo simboliza que necesitaras tener una nueva visión para ver ese tipo de película nada convencional. La escena de las hormigas que salen del hueco de una mano simboliza deseo sexual, específicamente la masturbación. La escena en que aparece un andrógino (una mujer con apariencia masculina) y es atropellado por un automóvil simboliza el odio y desprecio que Buñuel y Dalí tenían en contra del famoso escritor Federico García Lorca ya que este estaba enamorado de Dalí. Esta escena es vista por un hombre y una mujer desde la ventana de un segundo piso, el hombre al ver morir al androgino se excita y persigue a la mujer, esta agarra como especie de una raqueta en forma de cruz que simboliza a la moral católica. La siguiente escena donde el hombre carga dos monjes, un piano y un burro muerto simboliza el peso de la sociedad que tiene bajo sus hombros. Por cierto, el burro muerto es una crítica al Platero de Juan Ramón. La escena donde la boca del hombre desaparece al estilo The Matrix, la mujer se pinta los labios y en seguida le salen bellos púbicos en la cara del hombre simboliza el sexo oral que fue era muy mal visto en esas épocas, por eso la mujer le saca la lengua y se va. La siguiente escena la mujer abre una puerta y al salir aparece en una playa donde conoce a un bañista con reloj eso simboliza la comodidad económica, que el tipo era un buen partido, rápidamente ella se va con él, feliz. La escena final nos muestra al bañista y la mujer enterrados en la arena, sin moverse, luego de una exhaustiva investigación descubrí que la mujer simbolizaba a la mantis hembra que se iba a devorar al macho, sin lugar a dudas, nos mostraba el miedo al amor que tenía Dalí. 

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