jueves, 1 de octubre de 2015

My Own Private Idaho (1991)

Ninguna nominación al Oscar.

Obra maestra de Gus Van Sant. Aunque es una película ícono del cine gay, es apta para cualquier persona y es que las escenas de sexo solo se limitaron a momentos congelados, como fotografías. Además, no se basa en la homosexualidad en sí, si no en la miseria humana, especialmente de los dos protagonistas: Mike (River Phoenix) es un homosexual que es narcoléptico -persona que le da ataques de sueño y se puede quedar dormida aun cuando ha estado de pie- y vive perturbado por los recuerdos de su madre; mientras que Scott (Keanu Reeves) es el hijo de un alcade y se revela ante él.

Ambos se prostituyen, no importa el sexo, con hombres o con mujeres, nada importa, lo único que importa es el dinero. Vemos que mientras Mike lo hace para sobrevivir; Scott lo hace por rebeldía, ya que era rico y el dinero era lo de menos. Todo cambía cuando Scott cumple veintiun años, la edad legal en los Estados Unidos para poder heredar. Scott abandona a su grupo de vagos, incluido a Mike, su mejor amigo. Aunque tengo la duda si en la escena final la persona que recoge a Mike de la carretera era Scott, no lo sé, creo que solo lo sabe Keanu Reeves y Gus Van Sant. 

Dejando de lado el guión, que por cierto fue bárbaro, las actuaciones estuvieron igual de geniales. La fotografía estuvo notable, resaltando los paisajes de Idaho, Portland, Roma y otros lugares que viajaron los protagonistas. Me despido con esta cita de Mike: "I'm a connoisseur of roads. I've been tasting roads my whole life. This road will never end. It probably goes all around the world".

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