domingo, 25 de octubre de 2015

Chungking Express (1994)


Ninguna nominación al Oscar.

Wong Kar-wai fiel a su estilo nos trae una película cuyo desenlace no es ni feliz, ni triste, ni trágico, es agridulce como la vida misma. Chungking Express trata sobre dos historias independientes que suceden en el mismo lugar, en Hong Kong. La película está cargada de sentimiento: desamor, esperanzas, ilusiones, obsesión y mucha comida.

"Después del tratamiento más grave y profundo de Ashes of Time, con Chungking Express quise realizar una película contemporánea más ligera, pero donde los personajes se enfrentaran a los mismos problemas (…) Chungking Express supone una ruptura en el conjunto de mi obra: los personajes llegan a aceptar su soledad, son más autónomos y más independientes, no hallan desesperación en su propia búsqueda, sino sobre todo divertimiento", confesó Wong Kar-Wai.

La primera historia trata sobre un policia que rompió con su enamorada y sigue pensando en ella, contando los días como un preso, hasta que llegue el día de su cumpleaños. Comprende que el amor que sentía ella, caducó al igual que las treinta latas de piñas que compraba religiosamente. Por cosas del destino conoce a una misteriosa mujer que usaba una peluca rubia y lentes negros, sin saber su identidad (traficante de drogas) se enamora de ella. 

Muy curioso el humor de He Zhiwu (Takeshi Kaneshiro), un personaje inusual. "Te amaré hasta dentro de mil años", pero qué tal contraseña, conchasumadre. Es imposible no agarrarle cariño a tremendo personaje. Por otro lado, Ching-hsia Lin (Brigitte Lin) se lució de principio a fin, inmejorable su papel, emanaba misterio, estilo y respeto a la vez. Hasta dormía con peluca, zapatos con tacos y anteojos negros, esas cosas no se ven así no más. 

La segunda historia trata sobre otro policia que frecuentaba la misma tienda que iba He Zhiwu. Un día decide comprar otra comida, siguiendo el consejo del entrometido vendedor, su enamorada descubre que debe probar nuevas cosas y rompe con este. Faye (Faye Wong), la nueva camarera, se enamora del policía 663. Aprovechando que la ex del policia deja sus llaves en una carta, ella las coge y empieza a frecuentar la casa del polícia sin que este sepa, para limpiar su casa y respirar un poco su mundo. Las cosas dan un giro de ciento ochenta grados y Faye abandona el país dejando al pobre polícia 663 solo, triste y perdido. Un año después regresa y se encuentra con alguien inesperado, demostrando que las cosas se pueden escribir todo de nuevo.

Pero qué hermosa es Faye Wong (Faye), con su cabello corto y sus ojos grandes y negros enamoró al espectador, una muchacha despreocupada y amante de la música a todo volumen. Un personaje extravagante. Nos demuestra que el estar enamorado nos hace hacer huevadas, cosas sin sentido, ¿entrar a la casa de la persona de quien estas enamorado para mejorar su vida? Por otro lado, el policia 663 (Tony Leung) es un fiel reflejo de alguien que no puede superar una relación, un tonto que no pierde esperanzas, que siempre piensa que ella va a volver, cuando la vio luego de un tiempo y con nuevo enamorado, descubre lo idiota que ha sido y por fin se da cuenta de la persona que estuvo detrás suyo, sin condiciones, sin que él se de cuenta y le preste la mínima atención.

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