miércoles, 7 de octubre de 2015

Faust (1926)


Dirigida por Friedrich Wilhelm Murnau y escrita por Hans Kyser. Basada en la novela de Johann Wolfgang von Goethe. Faust es sin duda una joyita del cine alemán, especialmente del expresionismo. Aquí no hace falta las palabras, lo único que importa son las actuaciones hechas con la máxima exageración y la deliciosa banda sonora que nos deleita con las melodías de un piano.

El casting de los actores fue un total acierto. Emil Jannings increíble en su papel de Mephisto, increíble en cada gesto, en cada movimiento, qué soberbio, qué imponente, qué terrorífico. Gösta Ekman muy correcto en su papel de Faust y Camilla Horn emanando belleza y dulzura en su papel de Gretchen.

Mephisto hace una apuesta con un ángel, si llega a corromper a Faust se queda con el mundo. Faust era un anciano intelectual que tenía como obsesión encontrar una cura para la peste, mal que asesinó gran parte de la población de Europa. Mephisto se presenta a él y hace que Faust con tan solo tocar a la gente, los pueda curar. La gente se da cuenta que era aliado del diablo y le da la espalda. Mephisto amargo, se lamenta, pero es corrompido de nuevo por el mal ya que se le promete la juventud añorada, para que pueda vivir y gozar como no lo hizo en su tiempo. Pasa el tiempo y descubre que nada le satisface, hasta que un día conoce a Gretchen, una bella e inocente rubia. Muy pronto descubrirá que aliarse con el diablo nunca fue su mejor opción. Perfecto desenlace.

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