sábado, 24 de octubre de 2015

The Incredible Shrinking Man (1957)


Ninguna nominación al Oscar.

The Incredible Shrinking Man es sin duda alguna una de las películas más representativas del género Serie B. Jack Arnold lejos de mostrarnos una aventura sin precedentes gracias a un guión original, nos hace reflexionar sobre nuestra existencia. Esta película es una muestra de que no es necesario gastar millones de dólares en efectos especiales para lograr una historia llena de ficción y fantasía. 

Las actuaciones fueron muy convincentes: Grant Williams (Scott) logró cuativar al espectador y hacernos acompañarlo a lo desconocido, a compartir sus sufrimientos y dudas; por otro lado, Randy Stuart (Louise Carey) también me gustó en su papel de fiel esposa, son pocas las personas que podrían soportar una situación así sin patear el tablero. Aunque April Kent (Clarice) apareció solo algunos minutos en la película, fue la sensación gracias a su belleza y su inocencia, pensé que Scott se iba a quedar con Clarice, aunque fuera injusto ya que Louise a pesar de todo, nunca lo abandonó. 


Scott y su esposa Louise viajan de vacaciones en un pequeño barco, cuando Scott está solo es sorprendido por una extraña niebla que deja algo como especie de escarcha en todo su cuerpo. Seis meses después, Scott se da cuenta que algo raro está pasando: cada día que pasa se vuelve más pequeño. Scott se vuelve victima del acecho de la prensa y del ojo público, su vida no iba a ser la misma nunca más. Llega un momento en que llega a ser tan pequeño que comprende que para sobrevivir deberá luchar con todo su esfuerzo, ya no hay tiempo para lamentos.

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