viernes, 16 de octubre de 2015

Sin City (2005)

Ninguna nominación al Oscar.

Es una película obscura de acción lleno de disparos, golpes, sangre y tetas. La fotografía es a blanco y negro pero con ciertos momentos de color, resaltando ojos, cabellos o ropa de los personajes implicados, con ese aire a cómic. Los personajes son muy bien realizados, muy bien pensados y personificados. Los efectos especiales fueron geniales y la banda sonora también. Esa voz en off al comienzo y los diálogos llenos de desgano, odio, venganza y redención nos sumerge a la ciudad del pecado de una manera tan vivida que pareciera que estamos dentro de ella respirando muerte y corrupción.

Tiene el mismo estilo de Pulp Fiction, en cuanto a historias cruzadas se refiere. La película está dividida en tres partes marcadas y un prólogo, titulado "El cliente siempre tiene la razón", que sale antes de comenzar la segunda parte.

La primera parte se titula "Ese bastardo amarillo". Nos cuenta la historia de Hartigan (Bruce Willis), uno de los pocos policías correctos de la ciudad, que antes de su retiro decide salvar a una niña de once años de ser violada por un loco que es hijo de un poderoso senador. Luego de salvarla cae en la cárcel y es liberado luego de ocho años porque hizo una confesión culpándose de todo, todo por salvar a la niña que ya ha crecido: Nancy Callahan (Jessica Alba). En esta parte podemos ver una sociedad corrupta, donde la policía, la justicia y el poder político están más podridos que de costumbre. Donde las leyes se omiten si tienes poder.

La segunda parte se titula "El duro adiós". Es la historia de Marv (Mickey Rourke), un tipo rudo que descubre que han matado a la mujer con la que se acostó esa noche: la bella Goldie. Desde esa vez solo busca venganza y en el camino descubre que un misterioso tipo había sido el culpable: Kevin (Elijah Wood), un hábil ninja que devora a sus victimas. Al matarlo se da cuenta que hay alguien más arriba de él, nada más y nada menos, que el obispo. En esta parte podemos, apreciar que además de lo mencionado, el poder religioso también está podrido, además de elegir gobernantes a dedo, realizan fiestas con prostitutas, recordándonos épocas como la de emperadores (Calígula, por ejemplo) o papas del pasado.

La tercera parte se titula "La gran masacre". Luego de advertirle a Jackie Boy (Benicio del Toro) que deje de ver a Shellie (Brittany Murphy), Dwight (Clive Owen) se dirige a acabar con él y su grupo ya que tiene un mal presentimiento. Ellos llegan a un lugar donde la policía no tiene el control, si no las prostitutas son las dueñas y señoras de dicho lugar. Ellas matan a Jackie Boy y al enterarse que él es un policía, se dan cuenta que han cavado su propia tumba: la guerra contra los policías y mafiosos comenzará.

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