4 nominaciones.
2 Oscars: Mejor sonido y Mejores efectos visuales.
Indudablemente la segunda entrega de la Saga Star Wars es infinitamente superior a su antecesora, las razones se lo explicaré a continuación: A diferencia del episodio IV, el espectador ya está familiarizado con cada uno de los personajes, así que el ritmo de la trama se vuelve mucho más rápido. Las escenas de acción estuvieron muy buenas, en especial la lucha entre Luke Skywalker (Mark Hamill) y Darth Vader (David Prowse), inolvidable aquella escena en que Darth Vader le dice a Luke: "I am your father". El entrenamiento de Luke con Yoda es una de las mejores partes de la película. Aunque odio las partes feeling de los films que no sean románticos, la química de Princess Leia (Carrie Fisher) y Han Solo (Harrison Ford) es innegable, por fin le paró balón, conchasumadre. Y sobre todo, aquella banda sonora fue magistral, podrán pasar cien años y el track titulado The Imperial March seguirá teniendo el culto debido por los cinéfilos de verdad.
Luego de un tiempo, el Imperio comandado por Darth Vader encuentra el planeta donde estaban refugiados el movimiento rebelde. En sueños, Luke recibe un mensaje de Obi-Wan Kenobi (Alec Guinness) y decide hacer caso, muy pronto se dirige al planeta Dagobah para conocer a Yoda. Con poco conocimiento del uso correcto de la Fuerza, Luke se entera que Princess Leia, Han Solo, Chewbacca y C3PO corren grave peligro, a lo que decide detener su entrenamiento e ir a salvar a sus amigos, sin saber que todo era una trampa creada por Darth Vader.
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