lunes, 5 de octubre de 2015

The hills have eyes (1977)


Ninguna nominación al Oscar.

Wes Craven después de su satisfactorio debut en el cine con The Last House on the Left, siguió dirigiendo películas de terror y realiza The Hills Have Eyes. Particularmente en esta película se respira la Serie B en cada chorro de sangre, en la fotografía y en el sitio donde fue grabado. 

Como él mismo se burla en su propia película: Scream, en esta película no faltan las rubias hermosas que son victimas de anormales slashers. Eso sí, que sean rubias y bonitas no tiene nada que ver con que sean malas actrices; al contrario, Suze Lanier-Bramlett (Brenda) y Dee Wallace-Stone (Lynne Wood) no defraudaron para nada. Mención honrosa a Michael Berryman (Pluto), en verdad, su cara es imposible de olvidar. Por último y no menos importante, el perro Beast que se lució de principio a fin y acabó con dos de los villanos. 

Una familia se dirige a Los Ángeles pero pasa por un pueblo alejado de la civilización que es territorio de las fuerzas armadas de Los Estados Unidos. La brillante idea fue de Bob Carter (Russ Grieve), jefe de familia, por la ambición de encontrar una mina cometió el peor error de su vida. Estos son observados desde las colinas por un grupo de antisociales que serán los responsables de trasladarlos al mismo infierno. Al llegar la noche comprenden que cada minuto de su vida es oro y deberán sobrevivir a toda costa, la guerra está declarada.

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