Ninguna nominación al Oscar.
Cuando el género de Terror en donde los hombres lobos eran los villanos ya estaba muy explotado,Anthony Waller hace una brillante secuela de una película de culto, pero ahora ya no es en Londres si no en Francia.
El terror pasa a segundo plano y esta versión deslumbra con la comedia absurda que abunda, donde cada escena son momentos originalmente hilarantes. Esta película es el sarcasmo en su máxima expresión. Cabe resaltar que no todo fueron momentos graciosos, también hubo un poco de erotismo con el toples de Serafine (Julie Delpy) y el escote de Amy (Julie Bowen).
La trama nunca perdió ritmo, debido a un guión sólido y el soporte de las fabulosas actuaciones de los personajes: Tom Everett Scott (Andy McDermott) y Julie Delpy se lucieron de principio a fin, nada que Crepúsculo y huevadas, esto sí es cine.
Si te ha parecido interesante lo que acabo de escribir y tienes un poco curiosidad de que trata, déjame contarte un poco la historia: un grupo de tres jóvenes norteamericanos viajan a Francia. En plena Torre Eiffel, Andy arriesgando su propia vida, salva a una hermosa rubia llamada Serafine. Andy queda perdidamente enamorado de ella y empieza a buscarla junto a sus amigos. Luego de asistir a una misteriosa reunión secreta, descubren por qué ella se quería suicidar aquella vez: ella era un hombre lobo y lo peor fue que no era la única.
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