viernes, 6 de noviembre de 2015

Apocalypse Now (1979)

8 nominaciones.
2 Oscars: Mejor fotografía y Mejor sonido.

Francis Ford Coppola nos sumerge en el interior de los infiernos con gran maestría. Dos años y muchos millones de dólares le costó realizar semejante obra maestra. La película es interesante ya que puede tener distintas interpretaciones según la persona que haya visto. 


Las actuaciones fueron brillantes, en especial: Martin Sheen (Captain Benjamin L. Willard) y Marlon Brando (Colonel Walter E. Kurtz). La banda sonora estuvo de lujo, cada canción le daba vida a las escenas que se proyectaban una tras otra. La voz en off del capitán fue un gran acierto. Por otro lado, aparte de tener un final magistral y abierto tiene uno de los mejores comienzos que se haya visto en la historia del cine: el sonido del helicóptero retumbando tu cerebro mientras se escucha en el vacío la canción "The end" y a continuación la jungla se quema y como el nombre, comienza el final de infierno del Capitán, ¡notable! Otra escena memorable es cuando los helicópteros del ejercito norteamericano abre fuego y en pleno tiroteo ponen la música clásica de Richard Wagner

El coronel Walter E. Kurtz es idolatrado por las tribus indígenas, es como especie de un dios pagano, un ex oficial que dejó su carrera (era un brillante coronel que si seguía era un hecho que iba a ascender a general o tener un cargo importante dentro del Estado) para vivir en medio de la nada, ya que vio la verdadera naturaleza del ser humano. La llegada del capitán Willard y sus dos soldados al lugar donde estaba el coronel es una metáfora a la bajada a los infiernos donde se idolatraba a una persona, todos eran locos (producto de la guerra) y vivían sobre cadáveres y huesos. El horror fue descrito, cual verso del más bello poema, en esta cita del coronel: "He visto un caracol, se deslizaba por el filo de una navaja. Ese es mi sueño, más bien mi pesadilla: arrastrarme, deslizarme por todo el filo de una navaja de afeitar y sobrevivir". Los soldados norteamericanos luchaban por el honor, por patriotismo, por distinción, por cualquier cosa y para eso tenían que pasar el peor de los infiernos y malos recuerdos. El coronel le confesó al capitán el secreto para ganar una guerra: despojarse de moralismo y matar sin juzgar, porque eso los derrota. Eso explica por qué Estados Unidos no ganó la guerra. Mientras que los soldados nortemaericanos había nacido en una sociedad que se inculcaba a no matar, los vietnamitas se basaban en leyes que propiciaban los castigos, muertes y todo lo que sea necesario parar sobresalir. 

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