viernes, 4 de marzo de 2016

Kingsman. The Secret Service (2014)

Ninguna nominación al Oscar.

Matthew Vaughn fiel a su estilo vuelve con una película basada en cómics, pero esta vez los héroes no tienen disfraz ni súper poderes, ahora visten finos y elegantes trajes. Es cierto que la duración fue un poco excesivo pero de todas maneras el espectador fue muy bien compensado con un inmejorable final, especialmente por dos cosas: la frase "Este no es el tipo de película" y claro, la divertida escena de la recompensa de Eggsy al entrar a la celda de la princesa de Escandinavia -pero qué rica Hanna Alström, ¡carajo!, ¿acaso no hay mujeres feas en Suecia?

Con respecto a las actuaciones, un aplauso a Michael Caine (Arthur), pero qué elegancia, me hizo recordar su papel de Albert en la trilogía de Batman de Nolan. Por otra parte, Samuel L. Jackson (Valentine) genial en su papel de villano y mención honrosa a Colin Firth (Harry Hart) y Taron Egerton (Eggsy). La fotografía se rindió a la clase de las calles de Inglaterra, pero qué maravilloso lugar, antes de morir debo visitar esos lares mínimo una vez. 

Kingsman es un grupo secreto de agentes que luchan para conservar la paz. Harry Hart agradecido de su compañero y amigo que salvó su vida a cambio de la suya, hace que su hijo Eggsy abandone la mala vida y mediocridad y sea uno de ellos. Mientras tanto un misterioso y millonario sujeto llamado Valentine tiene una loca idea: hacer que la gente se mate entre sí y salvar las familias más poderosas del mundo, de esta manera solo los elegidos serán los responsables de repoblar la Tierra, tal como aquel pasaje de la Biblia. Al saber que no pudo pasar la última prueba, Eggsy se frusta hasta que se entera del terrible plan de Valentine y decide actuar, sin importar nada.

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