jueves, 20 de agosto de 2015

Pi: Faith in Chaos (1998)


Ninguna nominación al Oscar.

No he visto toda la filmografía de Darren Aronofsky (Requiem for a Dream considero que es la mejor película que ha hecho, The Fountain es complejamente interesante y Noé es una basura colosal), pero de lo que estoy seguro es que esta es la película más pretenciosa que ha hecho y que hará jamás. Es de esas películas que son muy extremistas: que puede ser considerado obra maestra o bodrio. Sinceramente estoy confundido y no sé cómo encasillarlo.

El guión es interesante, toca un tema tan complejo en modo de metáfora: ¿La realidad puede ser expresada en matemáticas? Cuando hablo de realidad, me refiero a todo, ya sea mercados bursátiles, religión, acciones humanas y demás cosas mundanas. Otro aspecto rescatable es la fotografía que fue a blanco y negro, detalle que nos sumergió de manera caótica a lo que le pasaba al protagonista. No voy a citar el nombre de los actores porque ellos no fueron importantes aquí, lo importante fueron las ideas. 

El aspecto negativo es sencillo y de dos palabras: jodidamente complejo (quizá ninguna mente humana sabrá la verdad de todo, el que lo haga seguramente se convertirá en un Dios). Debo confesar que no soy fanático de aquellas películas que por más que trate de entenderlo, no encuentro explicación. De todas maneras, es una de esas joyitas que debes ver aunque sea una vez antes de morir.

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