martes, 11 de abril de 2017

Vidas paralelas (2008)

Ninguna nominacion al Oscar.

El cine peruano ha explotado el tema del terrorismo hasta más no poder. Innumerables películas se han filmado sobre este tema, siendo la más representativa La Boca del Lobo, dirigida por Pancho Lombardi. Aunque nunca mostraban al aborrecible grupo terrorista llamado Sendero Luminoso, si se empeñaban en mostrarnos los defectos de los policías y militares, dándonos a entender que ambos bandos eran abusivos, ninguno era inocente, todos ellos mataban, torturaban y violaban a los civiles inocentes.

Vidas Paralelas es todo lo contrario a La Boca del Lobo. En esta película sí se muestra al Sendero Luminoso, especialmente al líder Abimael Guzmán. Si bien es cierto su visionado es sumamente necesario para aprender del pasado de una nación que sufrió por décadas y enseñar a la nueva generación lo deleznable que puede resultar el terrorismo, su tonto afán de mostrarnos a los militares como salvadores y mártires, todos en conjunto, resulta injusto, hasta risible. Lo más acertado quizá fue mostrar ambos bandos tal cual eran, humanizarlos, no poner villanos ni salvadores, porque se supone que se trata sobre un hecho real y no un cuento ficticio de superhéroes contra demonios o entes malignos.

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