jueves, 13 de abril de 2017

Natural Born Killers (1994)

Ninguna nominación al Oscar.

Es una de las películas más polémicas de todos los tiempos, ya sea por su extremado nivel de violencia gráfica y por el repudio que sintió Quentin Tarantino al ver la película, fue tanta su disconformidad que pidió no salir en los créditos. Está basada en una historia creada por Tarantino e influenciada por el caso real de una pareja de asesinos seriales norteamericanos: Charles Starkweather y Caril Ann Fugate.

Al principio la película iba a tratar sobre el romance de una pareja de asesinos, contadas al estilo de Tarantino, con sangre y unas cuantas balas pero Oliver Stone decidió cambiar el enfoque y volver a reescribir el guion para regalarnos una sátira que denuncie a los medios televisivos y su relación con la violencia. No solo era una crítica sobre cómo la prensa endiosaban a los asesinos seriales, fomentando morbo para conseguir un rotundo éxito sobre la masa televidente; si no también retrataban cómo los programas televisivos y comerciales enfocaban el tema de las familias disfuncionales de una manera ligera, excusando que eso vende y da risa, sin darse cuenta que fomentaban el maltrato doméstico y el abuso. 

¿Qué más les puedo decir? Es una de las películas más aputamadradas y ambiciosas que han sido filmadas en la historia del cine. En su tiempo criticaron a Requiem for a Dream por cómo retrataban de una manera tan cruda el consumo de las drogas y sus consecuencias, el tiempo le dio la razón a Darren Aronofsky y aquella película se ganó merecidamente la etiqueta de película de culto. Natural Born Killers desde ya, es inolvidable y hasta inmortal.

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