Hay veces en que menos es más, esta es una perfecta demostración. A pesar de ser una obra menor de John Carpenter, resulta entretenida de principio a fin, sorprendiendo a propios y extraños por su casi nula fama. La simpleza de su guion es tan convincente que logra una espléndida atmosfera de intriga y thriller, donde el espectador es capaz de vivir la película como un personaje más y sentirse vulnerable por aquellos inusuales atacantes.
La perfecta química de los actores fue proporcional a los clichés de sus respectivos personajes: antihéroes, el policía correcto y ejemplar, una chica (Laurie Zimmer) tan hermosa como decidida y los villanos tan desconocidos como implacables. ¿Qué más puedo decirles?, ¡carajo!, una de las películas Serie B más aputamadradas que han sido rodadas en la historia del cine.
No hay comentarios:
Publicar un comentario