Ninguna nominación al Oscar.
Si te quieres reír de cosas estúpidas y sin sentido, Monty Python and the Holy Grail es una excelente opción. Terry Jones y Terry Gilliam logran realizar, a través de una película de comedía absurda, una sátira jamás vista sobre la época medieval inglesa.
Desde los créditos iniciales, el espectador cae en la cuenta de lo que va a presenciar será un viaje sin retorno y verá cosas inimaginables. ¿Se imaginan Game of Thrones pero en versión de parodia?, sí, esta mierda es algo así, es un mundo donde los plebeyos son anarcos y no respetan al rey ni a sus lors, donde los caballos son imaginarios, existen castillos donde habitan puras mujeres sedientas de sexo y donde los franceses son los villanos más hijos de puta.
¿A quién le interesa si los actores merecieron un Oscar o que si la banda sonora, la fotografía y el vestuario estuvieron excelentes? A nadie, lo único que cuenta en estos tipos de películas son que los diálogos sean jodidamente disparatados y el guion sea entretenido y bueno, lo consiguieron.
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