Abucheada hasta en el mismo Festival de Cannes, a pesar de ser una película tan característica en dicho festival: planos largos, ritmo lento y no tanto dialogo; su visionado resulta interesante ya que guarda en cada escena innumerables interrogantes envolviéndonos en un ambiente de misterio y confusión.
Lo mejor de la película sin duda es lo abierto que puede resultar si es que uno trata de explicar lo que entendió, claro si obviamos algunas cosas ridículas como la falta de reacción de la protagonista interpretada magistralmente por Kristen Stewart, en no llamar a la persona misteriosa que le manda mensajes de texto al celular, y encararlo.
Amigos, cultos lectores, estimados cinéfilos y seres humanos en general, si es que no han visto la película, empiecen a abandonar este post, ya que lo que viene es Spoiler del bueno. Lo que entendí a priori fue que el espíritu que se comunicaba con la protagonista no era su hermano gemelo fallecido si no un ente maligno impostor, que la persona que mató a su empleadora fue el amante de esta y que el final fue una tomadura de pelo. Leyendo muchas reseñas y comentarios de la película, muy diferentes entre sí, pude llegar a la conclusión que aquel espíritu que sentía era algo creado por ella misma, a pesar que su subconsciente trataba de negar esto –siempre le pedía señales y que sean lo más explícito posible–, ella estaba sumergida en un conjunto de alucinaciones que hacía que ella vea vasos volando, rompiéndose, sonidos inexistentes y otras cosas; el asesino de su empleadora si fue el amante de esta y el final era la mejor explicación que ella creaba sus propias alucinaciones aferrándose al recuerdo y promesa de su hermano, “¿Eres tú o soy yo?” “No, no eres tú, ¿Quién eres?”.
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