viernes, 9 de diciembre de 2016

The United States of Leland (2003)

Ninguna nominación al Oscar.

Cine independiente en su máxima expresión. Aunque la película es sumamente entretenida y posee uno de los mejores diálogos que he oído y visto, al final resulta agridulce y hasta frío. Salvo por Kevin Spacey (Albert T. Fitzgerald), el elenco está infestado de grandes futuras estrellas para ese tiempo: Ryan Gosling (Leland P. Fitzgerald), Jena Malone (Becky Pollard) y Michelle Williams (Julie Pollard). 

La película nunca profundiza los problemas de cada personaje, nunca, solo nos dan pequeños rasgos: el padre que nunca vio a su hijo, el hijo que tiene problemas existenciales, la novia infiel y drogadicta, el novio obsesivo y lleno de ideales. Quizá ese punto es el más flaco de todos, no llega a ser un drama convincente y que te llame la atención para recordarte la película toda tu vida, salvo los poéticos y maravillosos diálogos: “Ya no tenía aquella electricidad en los ojos. Empecé a pensar que a lo mejor no la tenía porque ya no existía. Sus ojos seguían reflejando algo, lo que ahora era la tristeza. A partir de entonces empecé a ver la tristeza en todas partes, cada cara era diferente pero en el fondo igual. Veía la tristeza en cada uno de los rostros, sentía que se me partía el corazón una y otra vez y cada vez como la primera.”

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