12 nominaciones.
5 Oscars: Mejor Película, Mejor actor (Russell Crowe), Mejor vestuario, Mejor sonido y Mejores efectos visuales
Épico con letras mayúsculas. Ridley Scott trae de vuelta las épocas doradas de Wollywood a través de una historia jamás contada (cinematográficamente) del gran imperio romano. Somos testigos de cómo un general romano es convertido en esclavo y posteriormente en gladiador. Russell Crowe, en el papel de su vida, es el protagonista de esta maravilla y deslumbra con su actuación de inicio a fin; mientras que Joaquin Phoenix brilla como villano interpretando a Commodus, uno de los Cesar más tiranos.
Realmente impecable en cuestión de detalles cinematográficos: el ritmo estuvo brutal haciendo olvidar su extensa duración, los 150 minutos ni se sintieron gracias a lo entretenido que resultaba visualmente; el guion estuvo notable y la dirección a la altura; el elenco estuvo bárbaro; la fotografía y los efectos visuales y sonoros, sobresalientes. En verdad, esta obra maestra es inmejorable.
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