2 nominaciones al Oscar.
¡Qué irónica es la vida!, ¿no?, la mejor película de Marvel trata sobre los personajes más desconocidos de la franquicia. Y eso es lo que faltaba, apostar por unos súper héroes que sean más genuinos, que no sean solo los típicos extraterrestres, ni humanos mejorados, ni deidades celestiales súper poderosos. Estos bueno para nada, ex enemigos de la justicia, son los perfectos anti héroes, aquellos locos con los que uno quisiera compartir equipo.
La película es completa en todo sentido. Dosifica muy bien el ambiente. Tiene un par de escenas emotivas que logra conmover hasta a la persona más fría que la nieve y tiene también ese humor tan característico de esa franquicia, pero mejorado por completo, ahora estos gags sí dan risa.
En cuanto a los detalles cinematográficos, perfecto el CGI, un soundtrack ochentero delicioso, actuaciones muy correctas –sorprendente Dave Bautista (Campeón de la WWE), desterrando ese mito de que los deportistas no sirven para el cine – y las situaciones más hilarantes y conmovedoras de toda la franquicia. No es de esas películas solo para pasar el tiempo. Un verdadero placer su visionado.
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