6 nominaciones.
2 Oscars: Mejor montaje y Mejor sonido.
2 Oscars: Mejor montaje y Mejor sonido.
Mel Gibson lejos de contarnos una simple película de guerra o falso patriotismo, nos muestra un rayo de humanidad en medio de un inimaginable y aborrecible infierno. Lejos también del tema de la religión, el protagonista busca hacer el bien y seguir sus ideales, demostrando valentía y firmeza, siempre predispuesto a ayudar al prójimo. En verdad un verdadero ejemplo de convicción y coherencia, demostrando que no todo es hipocresía y seguimiento de rituales y costumbres. Y así el gran Doss (Andrew Garfield) decide ir a la guerra y no a matar gente, sino todo lo contrario, a salvarlos, no solo curándolos si no también arriesgando su propia vida en beneficio de los demás.
Uno de los mejores Biopics de alguien no conocido (director de cine, actor, músico u otro artista) en la historia del cine. Aunque al principio parecía el comienzo de Big Fish -un ambiente lleno de paz- todo cambia radicalmente y el espectador se sumerge en una carnicería sin tregua, en lo más brutal que se ha podido ver. Los efectos visuales y sonoros fueron increíbles, maravillosos, los mejores que se ha visto en una película bélica, de lejos. Una experiencia sin igual.
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