lunes, 21 de noviembre de 2016

Indecent Proposal (1993)

Ninguna nominacion al Oscar.

Y con aquella cita para el recuerdo comienza esta pseudo crítica. Existen directores que repiten la misma fórmula taquillera, chico encuentra chica (uno de ellos es pobre y el otro es rico o uno de ellos es fea y el otro es atractivo), se enamoran, se pelean y regresan. Hay otros directores que se las dan de muy pretenciosos y nos sumergen en una historia vacía, fría, donde el amor nunca triunfa y al final todo es miserable o es un conjunto de escenas llenas de nostalgia y melancolía. 

El cine de Adrian Lyne es totalmente distinto, cada película de él es diferente una de otra a su vez, mientras 9 1/2 weeks es un perfecto ejemplo de erotismo y sensualidad gracias a una Kim Basinger asombrosa, Jacob’s Ladder es un obra maestra y un ícono del surrealismo, Lolita es una de las mejores adaptaciones de una novela y es infinitamente superior a su versión del año 60 dirigida nada más y nada menos por Kubrick y adaptado el guion por el mismísimo Nabokov (sí, el escritor de la novela cambió su obra, increíble). 

Indecent proposal tiene un poquito de cada una de las anteriores, aunque no es erótica nos regala unos momentos para apreciar la belleza de Demi Moore, aunque no es tan romántica como Lolita nos regala frases que serán difíciles de olvidar, aunque no es surrealista te hace pensar en un supuesto y romperte la cabeza. Imagínate que eres un arquitecto mediocre y eres el esposo de una vendedora de bienes raíces que es Demi Moore. Imagínate que se conocen desde la secundaria y que tienen casi una vida juntos, que son de una clase media y que por la recesión lo pierden todo. Imagínate que van a cambiar su suerte en un casino y que conocen a un tipo multimillonario y que este hace una propuesta imposible de causar indiferencia: “Una noche con Demi y a cambio nos da un millón de dólares”. Es el monto suficiente para pagar las deudas y vivir muy bien durante un buen tiempo y hasta para siempre pero, ¿qué tan peligroso es jugar con fuego o hacer tratos con el “diablo”? Si no aceptas, sigues con Demi pero viven en una miseria absoluta, infelices, pero si aceptas, todo los problemas habrán acabado, pero nacerían otros como la desconfianza, lo imperdonable y la posibilidad que Demi se vaya con el multimillonario, o sea, ¿por qué no? ¿Qué? ¿Es estúpido? ¿Cualquier vendería a su esposa? ¿No lo harías por nada del mundo? ¿Estás seguro? 

“Si amas a alguien, déjalo ir. Si regresa es tuyo. Si no regresa, nunca lo fue”, sí, esta también es una cita de la película. Sé que no es una obra maestra pero de que es una excelente película lo es. El guion es bueno y la dirección es mejor aún. La fotografía está muy bien realizada. Demi Moore nunca defrauda, nunca. Y lo mejor de todo es que hace que el espectador se ponga en el lugar de los personajes (en el esposo, en el millonario o la esposa). Sabes cuándo un drama romántico es bueno cuando te roba unas lágrimas al final y no de enojo si no de sueño y una alegría inexplicable. Fabulosa película. Nunca me hubiera imaginado que fuera tan buena.

No hay comentarios:

Publicar un comentario