lunes, 18 de julio de 2016

Henry: Portrait of a Serial Killer (1986)

Ninguna nominación al Oscar.

Demoledora y brutal. John McNaughton logra que el espectador vea el mundo a través de los ojos de Henry (Michael Rooker), un asesino serial, y se sumerja en un pantano lleno de mierda, donde la moral no existe ni por asomo.

El mayor acierto del director fue no ser tan explícito en cuestión de los asesinatos. Una verdadera poesía las escenas donde se mostraba los cuerpos inertes de las victimas mientras sonaba una melodía perturbadora y los gritos que recordaban tan deplorable acto. Por otro lado, los asesinatos explícitos, que fueron pocos pero necesarios, fueron muy bien llevados.

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