jueves, 30 de marzo de 2017

Star Wars: Episode III Revenge of the Sith (2005)

1 nominacion al Oscar. 

Sin ser una obra maestra comparable a la trilogía siguiente, para muchos fans, el tercer episodio es de lejos la mejor entrega de aquella trilogía que sirve como precuela de la mítica y original (episodios IV, V y VI) ya conocida por todos. Por fin vemos que el inútil y aborrecible Anakin deja de existir para dar vida a uno de los villanos más recordados de la historia del cine: el inigualable Darth Vader. Y no solo eso, ya todos los misterios quedan resueltos, incluido el origen de Leia y Luke. 

Los efectos visuales y sonoros estuvieron a la altura de un guion sólido lleno de lado oscuro: mentiras, intrigas, conspiraciones, ambición, miedo y mucho odio. Lo único malo quizá fue la duración, en algunos momentos las largas escenas de batallas fueron insufribles. Considero que muchas de esas partes pudieron ser omitidas.

Y por último y más anecdótico, descubrí que aquella frase del popular meme “Te convertiste en aquello que juraste destruir” nunca fue dicho, nunca, al menos no con esas palabras. El dialogo en realidad fue: “¡Tú eras el elegido!, debías destruir a los Sith, no unirte a su fuerza, ibas a darle equilibrio a la fuerza no dejarla en la oscuridad”, de todas maneras, épico.

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