Ninguna nominacion al Oscar.
Luego de las buenas críticas de un amigo amante de los cómics, luego de la gran comercialización de esa odiosa máscara y luego de la existencia real de un conjunto de hackers que se autodenominaban annonymus y como no tenía nada más que hacer decidí ver esta película. Déjenme confesarles que la vi en partes y en dos días ya que tanta mierda llega a empalagar y como soy un buen cinéfilo que tiene que ver la película completa para dar una crítica justa, me la banqué y me sumergí en más de dos horas de violencia gratuita, escenas ridículas que solo pueden gustar a niños y gente sin preparación profesional y un guión carente de sentido que se mezclaban con la anarquía de un tipo rebelde que se enamora de una muchacha interpretada por la bella Natalie Portman. Lo malo es que esta vez Natalie ya tenía 24 años y era imposible que interprete a una menor de edad, por favor, esta bien que no tenga tetas, pero con solo verle la cara, uno entiende claramente que ya superó los dieciecho hace mucho tiempo. Habiendo tantas chicas inglesas que pudieron hacer ese papel se lo dan a ella, encima tuvo que imitar el acentito británico que lo hizo bien, al menos para mi, no sé si a los propios ingleses les gustó.
La película desde el minuto uno ya se vuelve pesada y lo ridículo crece exponencialmente. ¿El tipo era una persona normal o un mutante? Nunca lo explicaron pero dieron a entender que era una persona normal, entonces por qué no se quemó en ese dichoso incendio. ¿Por qué los policias no le dispararon en las piernas o los brazos para inmobilizarlo? ¿Por qué no lo dispararon en la cabeza para matarlo en una? No, todos le tienen que disparar en el estómago, nunca se imaginaron que tenía un chaleco antibalas, derrepente nunca habían visto uno, es cojudamente ridículo.
Si quiero ver anarquía real y una buena explosión mejor veo la explosión de las compañías que dominan el mundo, eso sí es anarquía, no una explosión del palacio de gobierno (o como se llame allí), el cual fue innecesario porque el lider ya había muerto, puta madre.
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