viernes, 1 de abril de 2016

X-Men: First Class (2011)

Ninguna nominación al Oscar.

X-Men: First Class es de lejos la mejor película de Marvel. Lo tiene todo: efectos visuales y sonoros estupendos, los personajes más serios y brillantes y, lo principal, un guión impecable.

Matthew Vaughn supera terriblemente a Bryan Singer, alejándose de toda la cultura Marvel, dejando de lado las historias tontas e infantiles que siempre tienen su toque cómico. El director nos muestra el lado más oscuro de los personajes, el verdadero yo que guardan, podemos sentir sus miedos, el rencor que guardan y la incomprensión que naturalmente debieron sentir. Su máximo acierto fue mostrarnos a los X-Men más humanos que nunca. 

Fue un placer ver cómo Magneto y el profesor X en sus tiempos mozos rebozaban de poder y lideraban sus equipos, aunque con distintos enfoques, presentaban el mismo ideal: la unión de los mutantes. James McAvoy (Charles Xavier) y Michael Fassbender (Erik) deslumbraron de inicio a fin, haciendo posible lo imposible, regalándonos muchas citas y escenas para el recuerdo –La escena donde Magneto se venga de Sebastian Shaw (Kevin Bacon) fue imperdonable e inolvidable, aquella moneda volando en el aire y atravesando todo fue poesía pura–. Por otra parte, los demás estuvieron más que aceptables, en especial Jennifer Lawrence (Mystique) y Nicholas Hoult (Beast).

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