domingo, 24 de abril de 2016

Roman Holiday (1953)

10 nominaciones.
3 Oscars: Mejor actriz principal (Audrey Hepburn), Mejor historia y Mejor vestuario (Blanco & Negro).

Roman Holiday es una película que trasciende el tiempo y el espacio. De lejos es una de las mejores comedias románticas de todos los tiempos: la química entre la pareja conformada por la bellísima Audrey Hepburn y Gregory Peck es increíble. 

La fotografía a blanco y negro no opaca las calles de Roma y las hace más bellas y elegantes. La inexistente banda sonora resaltó la belleza del silencio y la sonrisa de Audrey. Los diálogos no fueron clichés en absoluto, si no las palabras más sinceras que se pueden decir y escuchar. 

La inocencia de los personajes es imposible de verla en estos tiempos. A pesar de eso, su visionado no resulta anticuado ni ridículo, ni ahora, ni dentro de cien años más. Las obras maestras nunca envejecen y siempre son comprendidas dentro del contexto que fueron creadas. 

Ann, princesa de un país europeo, viaja a Roma como parte de su protocolo. Cansada de la vida estricta y llena de reglas que lleva, decide escaparse y recorrer la ciudad. Por cosas de la vida, se encuentra en la calle con un tipo, llamado Joe, el cual al principio desconoce su identidad. Ambos se enrumbarán en una serie de locas y divertidas situaciones que nunca olvidarán.

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