viernes, 22 de septiembre de 2017

Twilight (2008)

Mujeres de todas las edades, condiciones sociales, económicas y preferencias sexuales, salían embelesadas de las distintas salas a nivel mundial luego de ver aquella película basada en la novela de Stephenie Meyer, en aquel extraño 2008, el mismo año de la crisis financiera. Es increíble que se le haya dado todo el mérito a la novela y no a la guionista que la adaptó ni mucho menos a Catherine Hardwicke, aquella directora que debutó con aquella obra maestra llamada Thriteen. 

Hablar de Twilight posiblemente sea tan igual como hablar sobre futbol, religión o política. No hay términos medios, en general, existe ese tipo de gente que la ama y hasta la considera lo mejor del séptimo arte y hay otros, en su contrario, que la odian a muerte, aunque muchos de ellos nunca la han visto y se dejan llevar por la crítica especializada o por gente cool. Particularmente soy de esas pocas personas que no están ni a favor ni en contra. Sé que la película no es nada del otro mundo, hasta podría ser considerada como una blasfemia en contra de la cultura de los vampiros pero es innegable decir que tiene ese no sé qué, ese algo inexplicable, que aunque sabes que la película es mala te hace terminar de verla y hasta te entretiene.

Definitivamente su existencia pueda ser contradictorio a mucho mito sobre vampiros. Amigos, cultos lectores, es necesario mencionar que a continuación se viene un poco de spoiler y si aún no la han visto, es preferible que abandonen esta pseudo crítica y tomen sus propias conclusiones. Primero, es risible ver a vampiros que viven en el día, que brillen con la luz solar, que sean veloces y tengan otros dones, que ingresen a los hogares sin antes preguntar, entre otros mitos clásicos. Segundo, los efectos visuales son deplorables, las escenas de velocidad y lucha son nefastas, cual serie B. Tercero, el romanticismo es hasta cierto punto cursi. Cuarto, el elenco es para el olvido, con protagonistas como Kristen Stewart y Robert Pattinson (el cual rompe el molde de belleza masculina, si no recuerden a vampiros como Brad Pitt, Tom Cruise y Antonio Banderas). Y por último, a pesar de todo lo ya mencionado comprender por qué le ha gustado a tanta gente es mágico hasta inentendible. ¿Peor película de la historia del cine? Mis pelotas, en verdad he visto cientos de bodrios peores que este, sin pies ni cabeza, solo es cuestión de ver más cine, lamentable que existan esos tipos de rankings.

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