domingo, 2 de julio de 2017

Black Mirror: Hang the DJ (TV) (2017)

Al igual que San Junipero, Hang the DJ es un pequeño rayo de luz entre tanta oscuridad característica de Black Mirror. El episodio de por sí es impecable. Es una loca mezcla de The Lobster de Yorgos Lanthimos con Tinder. La pareja protagonista interpretada por Georgina Campbell y Joe Cole reflejaron una química tan de puta madre que su relación amorosa fue jodidamente creíble. Por otro lado, el giro de guion es totalmente inesperado y hasta confuso para cualquiera. Debido a eso me siento con la imperiosa necesidad de explicar el desenlace. Amigos cinéfilos, cultos lectores, seres humanos en general, si no han visto esta maravilla, abandonen esta pseudo crítica:

En el transcurso de la trama nos presentan algunos detalles que demuestran que todo lo visto nunca pasó, que no es la vida real. Nunca nos muestran a los personajes con obligaciones, yendo a trabajar y/o estudiar. La piedra que lanza la protagonista al mar siempre cae en cuatro botes. Ningún personaje ahonda su pasado antes de formar parte del “juego”, no tienen recuerdos, no tienen vida antes de eso. La pareja protagonista tampoco es real, son simples avatar -Identidad virtual que escoge el usuario de una computadora o de un videojuego para que lo represente en una aplicación o sitio web- que interactúan entre sí y de 1000 simulaciones lograron finalizar el objetivo en 998 oportunidades: revelarse ante el sistema impuesto y escapar de aquel indescriptible lugar amurallado. La escena final de la fiesta demuestra lo ya dicho anteriormente, ellos sí son de verdad, es la vida real, recién se conocen y la aplicación de su celular (que es el juego de las simulaciones entre avatar) les indica que son compatibles en un 99.8%.

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