martes, 24 de mayo de 2016

X-Men: Apocalypse (2016)

X-Men es un punto y aparte en el universo cinematográfico de súper héroes, especialmente es la saga más seria y mejor lograda de Marvel –muy superior a todas las entregas de los Avengers y las películas de sus integrantes por separado–. A lo largo del tiempo ha ido evolucionando a pasos agigantados: la primera trilogía no se puede comparar a esta segunda, ni en efectos visuales ni sonoros, ni en actuaciones, ni en elenco, ni en fotografía, ni mucho menos en guión. Por fin entendieron que una película no debe ser un plagio de las series animadas, una película debe ser más que eso y Matthew Vaughn fue el responsable del cambio.

En la segunda trilogía no existe peleas tontas entre los bandos de los X-Men (equipo de Charles Xavier contra el equipo de Magneto), no hay lugar para personajes planos e historias típicas de series animadas donde el bueno se hace bueno porque sí y lucha por la justicia con sus poderes, no, cultos lectores, aquí vemos a los X-Men más humanos que nunca, con sus miedos y sus sueños, con sus ideales y su venganza, con ese odio-amor a la humanidad.

Durante esta última parte de la segunda trilogía la lucha ya no es contra humanos ni contra X-men, si no es una batalla contra algo divino, algo fuera del alcance de todos. Apocalypse es el villano más temible que he visto, con respecto a las películas de ese género, sus poderes eran tan elevados que el enemigo que se enfrente a él no tiene ni la mínima oportunidad de ganar, pero ese equipo de mutantes, unidos, es posible de lograr lo imposible y es cierto la unión hace la fuerza.

Oscar Isaac magnifico como Apocalypse. Mientras que la ex Sansa, Sophie Turner, cumplió como Jean Grey, desbordando belleza y poder. Por otro lado, Jennifer Lawrence (Mystique), James McAvoy (Professor Charles Xavier) y Michael Fassbender (Magneto) como siempre, hicieron un trabajo impecable. Eso sí y sería injusto no decirlo, Evan Peters(Quicksilver) fue el alma de la película, le puso el toque cómico a tanta seriedad y lo hizo de una manera brillante y en los momentos precisos, no fue un simple payaso con chistes absurdos, no, señores, la escena donde salva los X-Men de la explosión fue un éxito.

No hay comentarios:

Publicar un comentario