martes, 1 de agosto de 2017

Mary Shelley (2017)

Ninguna nominación al Oscar. 

Su visionado es una verdadera delicia. No es tan solo un sucio biopic de posiblemente una de las escritoras que a pesar de haber creado una obra maestra transcental, sea una desconocida más. Es una excelente representación de la Europa del siglo XVII, un mundo conservador, sumergido en el machismo e injusticia, en lo ridículo. Por otra parte, el romance se interpone ante el drama. Los diálogos cargados de los versos más hermosos jamás creados retumban en el odio del espectador, gracias a una Elle Fanning magistral que ya viene demostrando que ha superado a su hermana y con creces. El acentillo inglés es un plus en estos tipos de películas, elegante; mientras que la presencia de la por siempre Arya Stark (Maisie Williams) aunque corta fue refrescante y precisa. Luego de verla es imposible no comprarse Frankenstein o el moderno Prometeo, devorar ese libro y compartir el dolor, la miseria y todos los sentimientos y emociones negativas que surgió el monstruo como protagonista y la autora en la vida real.

No hay comentarios:

Publicar un comentario