Es probable que no sea del gusto de todos ya que se aleja de la típica película romántica hollywoodense. Esto no es la película en que chico conoce a chica, comienzan, se pelean, al final regresan y viven felices para siempre. Déjenme confesarles que la primera vez que la vi tampoco me llegó a gustar pero ahora que la he vuelto a ver he podido encontrar más puntos positivos que negativos. Antes pensaba que lo único bueno de la película era aquellas escenas sensuales de Natalie Portman como bailarina deleitándonos con su inesperado espectacular y duro trasero y el intro de la película en donde el personaje de Natalie se conoce con el personaje de Jude Law mientras suena la canción The Blowers daughter. (“And so it’s just like you said it should be most of the time”, imposible de olvidar, quizá una de las mejores canciones que se han sido parte de una banda Sonora en el cine).
Esta película lejos de querer hacernos soñar y robarnos unas lágrimas fáciles, trata de mostrarnos las relaciones amorosas tal cual pueden ser en la vida real a través de cuatro personajes: un periodista (Jude Law), una bailarina (Natalie Portman), un médico (Clive Owen) y una fotógrafa (Julia Roberts). Lo mejor de todo quizá es que somos testigos de la evolución e involución de estos personajes y su complejidad tanto como ser individual y como parte de una pareja. Los temas secundarios que se abordan que a su vez resultan ser complementarios a la trama son la infidelidad, los desengaños amorosos, el ideal, el odio, el perdón, la culpa y el cambio.
Por otra parte, hay algunos puntos que son necesarios explicar ya que es probable que uno no logre entender o este confundido luego de ver aquellas escenas: ¿Por qué el personaje de Natalie Portman dejó al personaje de Jude Law, si lo amaba tanto y pensaba que era su dueño y no podía vivir con él? Simple, desde el inicio nos la introducen que es una chica que en cada cambio que se propone trata de renacer: deja New York y viaja a Londres para olvidarse de un fracaso amoros, probablemente cambia de look. Ella lo da todo en cada relación, es capaz hasta de perdonar, en su contraparte, al final ella se da cuenta que el personaje de Jude Law nunca la iba a perdonar, nunca, siempre iba a ver algo que le iba hacer recordar lo malo que ella hizo. Entendió que ya no tenía nada que hacer en Londres y decidió regresar a su país como de costumbre en ella, con un cambio de look y desde cero. Aparte de eso, hay una escena en especial que dejó confundido a muchos, cuando el personaje de Jude Law ve el supuesto nombre del personaje de Natalie Portman escrito en una de las tumbas del lugar que habían pertenecido a héroes o personas muy recordadas. Ella cuando se presentó dijo que se llamaba Alice Airs, probablemente fue lo primero que se le vino a la mente y asoció su accidente automovilístico con la valerosa acción de aquella persona. Realmente confesó su nombre y apellido en la escena en que le hace un striptease al médico (Clive Owen) y este al igual que todos nosotros no le creímos, pensando que era una falacia más de ella, una de las mentiras que ella tanto detestaba.
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